Si practicas o has practicado ejercicio de manera regular, tal vez ya te hayas topado con la situación en la que sientes molestias en tu espalda después de un duro entrenamiento. Ya sea que uses máquina en el gimnasio o que salgas a correr, lo cierto es que nadie está exento de presentar esta situación de vez en cuando. Y esto se debe principalmente, a que mientras entrenamos es muy común que cometamos tres errores principales con la postura de nuestra espalda. Hoy en Adelgazas, te invitamos a descubrir cuales son a fin de que puedas corregirlos.
No apoyar la espalda correctamente.
Es usual que haya personas que curven la espalda al hacer sus ejercicios, sobre todo cuando utilizan máquinas o bancos en el gimnasio. Es muy importante que la espalda se encuentre bien apoyada en el respaldo de los mismos o bien, mantener la postura erguida. De lo contraria se tiende a dañar esta parte del cuerpo. Recuerda, tienes que mantenerla recta, no importa si para ello elevas tus piernas un poco.
Verificar el peso que usas con las máquinas.
En ocasiones la espalda se arquea no por equivocación, sino porque el cuerpo está cargando con más peso del que puede soportar. Antes de proseguir con tu entrenamiento, es necesario que revisas que estás usando el peso de carga correcto para trabajar tus músculos. Desarrollarlos lleva su tiempo y es por eso que lo más recomendable, es ir incrementando la carga poco a poco. ¡No te desesperes!
Cuida tu postura cuando estás de pie.
Puede que no ter percates de cuando inclinas la espalda un poco hacia adelante o hacia atrás. Lo más aconsejable es que te veas frente a un espejo cuando te ejercitas, para comprobar en todo momento que tu postura sea la correcta. Esto te evitará lesionarte.