Las gaseosas son uno de los vicios más difíciles de dejar cuando se habla de salud y de bajar de peso. Una de sus principales desventajas de hecho, es que pueden crear adicción en la persona que las consume, debido a su elevada dosis de azúcar y los saborizantes que suelen contener. No obstante cambiar los refrescos por bebidas más naturales es una de las mejores decisiones que podrías tomar en tu vida. Si aun no te has decidido a dar este paso, quizá te convenzas después de leer las razones que te exponemos a continuación.
- Las gaseosas aumentan las migrañas. Las personas que toman bebidas con gas con frecuencia, son más propensas a sufrir dolores de cabeza y a perder la concentración.
- Cuando reemplazas los refrescos, pierdes peso inmediatamente. Aunque no lo parezca son una de las cosas que más te hacen engordar, puesto que los edulcorantes que tienen favorecen el almacenamiento de grasa en el abdomen.
- Beber gaseosa aumenta el riesgo a padecer diabetes. Tan solo ingerir una porción al día incrementa las probabilidades en 65% de contraer obesidad y por ende, ser diabético.
- Las bebidas con gas debilitan los huesos. Debido a su carencia de nutrientes y sobretodo a que no cuentan con los minerales que te proporciona el agua, irremediablemente afectan al sistema osea aumentando el riesgo de fracturas.
- El refresco es dañino para los riñones. Y es que cuentan con tanta azúcar y otros elementos artificiales, que los riñones deben trabajar más duro para sacar todo eso que no necesita tu cuerpo, desgastándose más rápidamente.
- Una gaseosa aumenta tu tendencia a elegir comidas poco sanas. Casi siempre se acostumbra acompañar esta clase de bebida con comida rápida o snacks; puesto que casi nadie lo hace con frutas o unos vegetales.
¿Te animas a darle una oportunidad al agua natural?