Hoy vamos a hablar acerca de un factor que puede ser sumamente decisivo en la pérdida de peso: el aspecto emocional de un individuo. A veces la alimentación balanceada y al ejercicio pueden no ser suficientes, al toparse con obstáculos de cáracter psicológico, que influyen de manera negativa en el estado anímico de una persona.
La ansiedad por comer a deshoras y el hecho de estar bajo constante presión, al intentar alcanzar los ideales de belleza que se han impuesto en la actualidad, pueden provenir de problemas emocionales arraigados desde la niñez, los cuales solo se pueden superar con ayuda de un terapeuta profesional.
Esto no significa, desde luego, que quién esta tratando de adelgazar no este bien de la cabeza y mucho menos debe suponer un motivo del cual avergonzarse. Mucha gente tiene que lidiar con las mismas preocupaciones y encuentran en la comida, una salida inequívoca para llenar el vacío que sienten provocado por el descontento a sí mismos.
Si tú eres alguien que sufre constantemente por las razones mencionadas arriba, los siguientes consejos te pueden ser de utilidad:
- Busca un psicológo que te ayude a trabajar para aceptar las cosas que más te molestan de tu cuerpo. Una terapia adecuada te ayudará a identificar aquellos aspectos que provienen de tu subconsciente, y te impulsan irremediablemente a adquirir hábitos poco saludables.
- Trata de distraerte con actividades recreativas, artísticas y al aire libre. Si enfocas tu energía y tu creatividad en un pasatiempo que realmente te guste, lograrás distraerte de aquellas ideas que te ocasionan depresión y ganas de consumir comida chatarra, a la vez que mejoras tu humor.
- Habla con personas de confianza acerca de los problemas que tienes. En tus amigos y familiares puedes encontrar el apoyo que necesitas para salir adelante. Escuchar el consejo y sentir el sostén de alguien más, siempre es un aliciente para alcanzar nuestras metas, como lo es en este caso, la de perder peso.