Las cremas reductoras se han convertido en un producto muy frecuente entre las personas que desean disminuir sus medidas. Actualmente podemos encontrar una gran variedad de las mismas por parte de diferentes marcas y la pregunta que siempre persiste es, ¿realmente son efectivas? Hoy en Adelgazas hacemos un pequeño análisis de lo que es necesario para obtener verdaderos resultados con ellas, y porque no es suficiente con aplicarlas para obtener un cuerpo delgado y tonificado.
¿Cómo funcionan las cremas reductoras?
Las cremas reductoras más que una solución a la flácidez de la piel y esos kilitos de más, son un complemento. Eso es algo que muchas personas deberían tener claro cuando pretenden utilizarlas, ya que no es extraño ver muchas opiniones negativas en cuanto a estos productos.
Lo cierto es que hay un factor muy importante, que puede ser de lo más determinante en su eficacia y este es la acumulación de grasa. Ciertas partes del cuerpo como el vientre, los glúteos y las pantorrillas tienden a acumularla más, incluso derivando en el odiado problema de la celulitis. Una crema reductora puede ayudar a desvanecer el inconveniente, más no es suficiente para eliminarlo por completo.
¿Qué se necesita para que las cremas reductoras surtan efecto?
Las cremas de buena calidad están elaboradas con ingredientes activos que pueden tonificar la piel y facilitar la reducción de centímetros. Más allá de estas funciones, no pueden hacer gran cosa por tu cuerpo.
Dicho de otra manera, la única forma realmente efectiva para deshacerte de la grasa es el ejercicio y una correcta alimentación, además de hidratarte frecuentemente. Considera las cremas para reducir medidas como una medida adicional, que hará que tu piel luzca aun mejor tras haber perdido una talla o más.
Utilizarlas por sí solas esperando conseguir un resultado positivo, es totalmente en vano y afecta también a tu bolsillo.