El hígado graso es una enfermedad en la que hay una acumulación considerable de grasa en los hepatocitos, es decir, el hígado. Este padecimiento aparece frecuentemente en las personas que tienen sobrepeso y no es extraño que también vaya ligado a otros, como la hipertensión y la diabetes. Surge más que nada, como consecuencia de una mala alimentación y una vida sedentaria. También puede presentarse como una complicación de la obesidad.
Un dato curioso es que suele ser más frecuente en las mujeres que en los hombres, aunque hay que estar conscientes de que ningún sexo está exento de padecerlo.
¿Cuáles son los síntomas del hígado graso?
Los signos que ayudan a detectar esta enfermedad incluyen los siguientes:
- Cansancio extremo
- Dolores en la zona abdominal
- Fatiga
- Malestares en el costado derecho superior de la zona abdominal
Como puedes ver, se trata de síntomas que bien pueden ser pasajeros o estar ligados a otras enfermedades, por lo cual el mejor diagnóstico será el que te pueda dar un médico, ya que es muy fácil confundir el hígado graso como otro malestar.
¿Cuál es el tratamiento para el hígado graso?
Para combatir esta enfermedad se necesita más que nada, un cambio en los hábitos de alimentación. Se recomienda una dieta baja en grasas que excluya la comida chatarra, las carnes rojas y otros alimentos que suponen un riesgo por sus altos niveles de grasas malas. En cambio, se aconseja empezar a comer vegetales verdes en abundancia para depurar el organismo, frutas, semillas e incluso hierbas que resultan excelentes si se trata de desintoxicar el hígado.
El consumo habitual de agua también es otra clave que ayudará a limpiar el hígado graso y sobretodo, llevar a cabo actividad física cada día para reducir el sobrepeso, que va muy de la mano con esta situación.