¿Puede la intolerancia a la lactosa hacernos engordar?

La lactosa es un azúcar que podemos encontrar en la leche de cualquier tipo de mamífero y que, cuando la tomamos, es absorbida por los humanos a través del intestino delgado. Lo que no deja de ser un proceso natural y normal para muchas personas, para otras se convierte en un auténtico trastorno al sufrir un problema conocido como ‘intolerancia a la lactosa‘.

Este proceso se produce por una insuficiencia de la enzima “lactasa”, la encargada de consumir la lactosa. Las personas que carecen de la suficiente lactasa, dejan pasar la lactosa hasta el intestino grueso, donde se descompone a través de ácidos generando Hidrógeno, CO2 y Metano, lo que provoca diversos malestares como diarrea, gases, dolores, etc.

Prueba de intolerancia a la lactosa

No está demostrado que la intolerancia a la lactosa cause problemas alimenticios que hagan a las personas que lo sufren aumentar de peso. Lo que sí puede provocar son síntomas de hinchazón abdominal que den la sensación de haber engordado. Sin embargo, reiteramos, no existe aún una relación directa entre la intolerancia a la lactosa y el engordar.

De hecho, uno de los problemas principales que puede causar este problema es una deshidratación por procesos de vómitos o diarreas provocadas por la ingesta de lactosa a aquellos que no la toleran.

Lo más importante en este caso es informarnos y ser diagnosticados como tolerantes o intolerantes a la lactosa. Para ello, necesitamos hacernos un test de intolerancia a la lactosa. Este procedimiento puede hacerse de dos maneras. Por un lado tenemos la analítica, que no consiste más que en un análisis de sangre con el objetivo de detectar la cantidad de lactosa, y por otro una prueba de hidrógeno.

Esta segunda prueba se basa en la cantidad de hidrógeno que exhala el paciente pasado un determinado tiempo tras ingerir un líquido rico en lactosa. Si la persona es intolerante, el dato de hidrógeno será más elevado de lo normal.

Resumiendo, no debéis estar preocupados antes las posibles consecuencias en vuestra figura que pueda tener un problema de intolerancia a la lactosa, aunque es importante que, si os sentís hinchados, pesados o con dolores abdominales, os hagáis una prueba para descubrir si sois o no tolerantes a la lactosa.

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