Es muy común hoy en día el uso de distintos productos para bajar de peso en el afán de adelgazar, antes que pensar en hábitos más saludables como el ejercicio regular y la alimentación balanceada. Los anorexígenos sobretodo, se han vuelto una constante para personas que los consumen indiscriminadamente e incluso sin supervisación médica, convirtiéndose en un enorme peligro para la salud. En el artículo de hoy te exponemos cinco riesgos que tal vez no sabías sobre ellos y porque deberías evitarlos, a menos que un médico considere pertinente que los tomes.
¿Qué son los anorexígenos?
Antes que nada, es necesario aclarar lo que estos productos son realmente. Los anorexígenos consisten en medicamentos utilizados para combatir la obesidad, lo cual explica su relación con la pérdida de peso. No obstante se trata de concentrados entre los que se pueden encontrar sustancias como las anfetaminas, que debido al peligro que pueden suponer para la salud se encuentran restringidas y solo se aplican en personas con un sobrepeso extremo.
¿Cuáles son los riesgos de tomar anorexígenos?
Los cinco principales que debemos tomar en cuenta son los siguientes:
- Adicción. El consumir estas pastillas puede crear una fuerte sensación de dependencia que a la larga será difícil de abandonar. Esto podría ser fatal tomando en cuenta los peligros que ves enseguida.
- Complicaciones gastrointestinales. Como diarrea, vómitos, constipación y dolores en la zona abdominal. Molestias que no solo entorpecen la digestión, también bajan las defensas de tu cuerpo.
- Complicaciones cardiovasculares. Hay más probabilidades de padecer problemas como arritmias, hipertensión e incluso infartos al corazón.
- Depresión. Puede presentarse junto con cuadros de ansiedad e incluso evolucionar hasta trastornos psicóticos.
- Anorexia nerviosa. Con el tiempo, los anorexígenos pueden ocasionar una necesidad en la persona de ser cada vez más delgada y hacerle perder la noción de su peso real, volviendo más complicada su rehabilitación.