Ya te hablamos el día de ayer acerca del Síndrome del Comedor Selectivo, un trastorno alimenticio que es poco conocido pero que desafortunadamente, llega a aquejar a muchas personas entre las cuales podría encontrarse alguien que tú conoces. ¿Cómo ayudar a alguien que ha estado restringiendo su dieta por mucho tiempo? La respuesta no es sencilla pero hemos de decir, que sí es posible llevar a cabo un tratamiento para esta enfermedad.
En resumen, estos son los pasos a seguir para ayudar a un comedor selectivo:
- Evaluar su estado de salud. Es necesario conocer las consecuencias a las que lo ha llevado su padecimiento, si existen deficiencias nutricionales y todos los datos que sean posible para expandir su dieta. También será necesario brindar apoyo psicológico, puesto que no es fácil para alguien que tiene este padecimiento abrirse a probar con nuevas opciones para su nutrición.
- Establecer una estrategia para ayudar al comedor selectivo. Una vez que se saben las causas de su trastorno y que tan grandes son los daños causados por el mismo, será indispensable planear la forma en que tendrá que comer en adelante. Lo mejor es ir despacio y hacerle probar nuevas comidas poco a poco. No es recomendable querer obligarle a comer de todo demasiado pronto.
- Formar una red de apoyo. La persona afectada debe sentir que cuenta con el apoyo de familiares y amigos. Esto incluye que también se tengan que cambiar ciertos hábitos en casa, sobretodo a la hora de comer. Si el trastorno surgió por causas emocionales, quizá sea necesario reparar ciertos lazos afectivos.
- Con el paso del tiempo, el comedor selectivo debe estar expuesto sin prisa a nuevas comidas. Hacerse a la idea de ver nuevos colores y texturas, oler aromas y degustar distintos sabores, le ayudará a hacerse a la costumbre de comer más variado.
Una táctica muy usada por los padres para tratar esta condición es la de «hacerle pasar hambre», cosa que es muy cruel y contraproducente, pues le podría causar un daño aun irreparable en su autoestima y salud mental. Por ejemplo: si no le gusta la sopa entonces le dicen «¿ah no quiere eso? Bueno, entonces ahí se lo dejo en la cocina. Cuando el hambre le pegue va, calienta y come. No hay más nada» supuestamente bajo el alegato de que «hay que aprender a comer de todo» porque «no se sabe si se presenta una crisis», «en una casa ajena va a pasar trabajo», «si se arma una guerra y lo reclutan para servir como soldado no tendrán compasión», etc.